sábado, 9 de julio de 2011

ENSAYO 3

Modelo Productivo Socialista – Análisis del Impacto desde la perspectivas de una empresa públicas, empresa de la economía social y una empresa privadas
Por : Marisela Colmenares

Modelo productivo socialista se enfoca principalmente en establecer un modelo con el funcionamiento de nuevas formas de generación, apropiación y distribución de los excedentes económicos y una nueva forma de distribución de la renta petrolera, lo que será un reflejo de un avance sustancial en el cambio de valores colectivo, en la forma de relacionarse los individuos con los demás, con la comunidad, con la naturaleza y con los medios de producción. 
    Por otra parte la dirección a seguir, por encima de lo urgente y lo inmediato, responderá a las preguntas sobre cómo será posible  cohesionar las fuerzas sociales en productores asociados, haciéndolos responsables de prácticas productivas y administrativas autogestionadas y como sustituir la concentración y centralización de la toma de decisiones por una genuina autonomía descentralizada que alcance hasta las comunidades locales.

El modelo productivo socialista estará conformado básicamente por las empresas de producción social, que constituyen el germen y el camino hacia el socialismo del siglo XXI, aunque persistirán empresas del estado y empresas capitalistas privadas.

Es por ello que desde el inicio del gobierno Bolivariano de Hugo Chávez en 1999, Venezuela ha experimentado una serie de cambios radicales en su estructura social, económica y cultural a propósito de la directriz de dicho gobierno, la cual dirige a la nación hacia un desarrollo endógeno integral y a una igualdad social, características que representan las bases fundamentales del pensamiento Bolivariano.
Para cumplir dichos objetivos se creó un proyecto trifásico denominado "Proyecto Nacional Simón Bolívar" 2001-2007, 2007-2013 y 2013-2021. En el caso de la etapa en estudio correspondiente al periodo 2007-2013, el proyecto se enfoca en la refundación de Venezuela en una nación socialista, soberana, estable y como potencia energética mundial.
Dentro de esta etapa se propone un nuevo modelo productivo, el cual al ser 100% socialista busca lograr la eliminación de la división social, la estructura jerárquica y la disyuntiva en la satisfacción de las necesidades humanas y la producción de riqueza subordinada a la multiplicación del capital.
 Pero muchas eventualidades han surgido desde su gobierno como el golpe de estado 2002 que desencadeno un freno en la producción y un  incremento de desempleo, desde allí la respuesta inmediata para encarar la problemática del desempleo fue justamente el planteamiento de comenzar la construcción de un Nuevo Modelo Productivo a través de la lucha contra el latifundio, la reactivación de fábricas cerradas y la creación de cooperativas. Con este fin se llevó a cabo un extenso proceso de recuperación de tierras ociosas y un masivo programa de capacitación técnico-productiva y formación socio-política. El lanzamiento de las Misiones Zamora y Vuelvan Caras (denominada Misión Ché Guevara a partir de 2007) fueron los instrumentos diseñados para alcanzar este propósito. Recuperar la estabilidad política y social planteaba el imperativo de reducir drásticamente el desempleo,pero aun estamos en un modelo productivo capitalista

 Ya que en este marco productivo capitalista, aun cuando ocurra una prolongada y sostenida recuperación del ritmo de actividad económica y la misma venga acompañada de una reducción significativa de los niveles de desempleo y del porcentaje de personas que trabajan en el precario sector informal, esto no implica que se erradique del todo la pobreza y la exclusión social.

Al modelo productivo centrado en el afán de lucro, le resulta inherente y consubstancial a su propia naturaleza la coexistencia con altos niveles de desempleo, miseria y exclusión. Es el propio modelo productivo capitalista que ha venido creciendo a lo largo de los años el que genera esta problemática social en el que la distribución factorial del ingreso tiende a distribuirse de manera favorable y ventajosa a favor del factor capital y en detrimento de la
participación del factor trabajo.

Por crecientes y muy grandes que lleguen a ser los esfuerzos del Gobierno Bolivariano por reducir el desempleo, la pobreza y la exclusión, estos flagelos no podrán exterminarse mientras continúe operando la máquina que genera y agrava esta problemática: la economía capitalista. De allí la necesidad histórica de construir e lnuevo modelo productivo socialista e incluyente.

El Gobierno venezolano ha dejado muy clara su voluntad política de trascender la economía capitalista y avanzar en la construcción del modelo de desarrollo socialista. A tal efecto sostiene que:
“El capitalismo, además de ser responsable de la actual situación de nuestro pueblo, es la negación de los valores de igualdad y solidaridad necesarios para Superar colectivamente su postración social y económica. Por contraposición, el Socialismo propone la primacía del desarrollo social y humano y de los valores colectivos. Por ello, las misiones son el fecundo embrión del nuevo socialismo bolivariano, que construye el pueblo venezolano día a día, de la mano de laspolíticas revolucionarias”. 

Se trata de promover la participación activa y protagónica del pueblo y la comunidad organizada, para que asuman el control 

DENTRO DE LA EMPRESAS PRIVADAS
En el sector de empresas privadas las perspectiva, en la transición hacia el NMP socialista, las empresas privadas deben mantener sus operaciones en el marco de la dinámica del mercado. En otras palabras, su acceso a los incentivos de política pública debe quedar condicionado a su contribución a la construcción del NMP y al desarrollo económico y social del país. Tendrán la protección y el estímulo del Estado de acuerdo a su disposición a comprometerse con:   
  • Invertir en la transformación de materias primas nacional es en productos de mayor valor agregado que sustituyan importaciones y diversifiquen la oferta exportable para
Ahorrar divisas y reducir la dependencia del ingreso petrolero.
• Promover la participación de los trabajadores en la gestión de las empresas y permitir su participación como propietarios de un porcentaje significativo de las acciones de la empresa
• Destinar un creciente porcentaje de las ganancias a mejorarla calidad de vida de los trabajadores a través de inversiones en seguridad industrial, alimentación, educación, salud y vivienda para los trabajadores.

• Relocalizar sus actividades en estados y municipios con un Índice de Desarrollo Humano y un PIB por debajo del promedio nacional, en función de dinamizar la actividad económica generadora de empleos que contribuyan a corregir las asimetrías y disparidades regionales.
• Participar activamente en los nuevos procesos de integración comercial y productiva que tienen lugar en América Latina y el Caribe.

Es necesario comprender que la Revolución Bolivariana, al mismo tiempo que avanza hacia la liberación nacional, genera profundas contradicciones con el imperialismo. Venezuela tiene un proyecto de emancipación contradictorio con los intereses de los Estados Unidos y las grandes corporaciones transnacionales.

Venezuela se propone alcanzar su plena soberanía petrolera y productiva a través del desarrollo endógeno, la formación de mercado interno, la sustitución de importaciones y la promoción de exportaciones de productos manufacturados. Se propone impulsar la construcción de un NMP incluyente y socialista, comenzando por el desarrollo de un creciente sector de la economía social a través de la formación técnico-productiva y socio- política y la organización de empresas de propiedad social en los diferentes sectores productivos y regiones del país.

En el caso de la empresa extranjera, el estímulo diferenciado y selectivo del Estado quedará condicionado a sus aportes en materia de:

• Generación de nuevos puestos de trabajo.
• Transferencia de Tecnología a las empresas de la economía.
Social.
• Asistencia técnica a empresas nacionales.
• Máxima incorporación de bienes y servicios nacionales.

El Estado venezolano tiene que hacer pleno uso de su derecho a legislar para evitar las prácticas monopólicas y oligopólicas, las desproporciones entre los diferentes sectores económicos y el desequilibrio territorial. Igualmente, tiene que profundizar el desarrollo de un nuevo marco legal y normativo que acelere la construcción del nuevo modelo productivo socialista, sin descuidar sus obligaciones para prevenir o sancionar las prácticas de comercio desleal y de producción irracional que suelen ser consubstanciales a la lógica de la economía capitalista pero que pudieran resultar una amenaza para el avance del NMP, para la integridad de los consumidores y para la preservación del ambiente.

EN EL ESPACIO DE LAS EMPRESAS DEL ESTADO
Definir el espacio de la empresa pública en la construcción del Nuevo Modelo Productivo  también implica la escogencia de sectores estratégicos en los que el Estado pueda concentrar una masa crítica de recursos e incentivos que catalicen el crecimiento y desarrollo de nuevas actividades económicas, cualitativamente pertinentes para la construcción del nuevo modelo productivo. Algunos criterios para la escogencia de estos sectores pueden ser:

• Que generen bienes y servicios para satisfacer necesidades
básicas y esenciales de la población.
• Que el proceso productivo sea de fácil dominio por parte
de los trabajadores.
• Que estén asociados al uso de recursos naturales y
energéticos que el país posee.
La extracción de los hidrocarburos, del mineral de hierro y de cualquier otro mineral o recurso natural; la generación y distribución de electricidad; las telecomunicaciones; la producción, distribución y comercialización de alimentos y medicinas; así como cualquier
otra actividad económica y financiera que se considere de importancia estratégica para el interés nacional estará o puede estar reservada íntegramente al Estado Venezolano, de acuerdo con lo establecido en la Constitución y las leyes de la República.

De cara a la construcción del NMP, las empresas del Estado tienen como mandato captar la mayor renta internacional en función de invertir este excedente internacional en los planes y programas de desarrollo nacional. Están llamadas a alcanzar los más altos niveles
de eficiencia y efectividad posibles, para lo cual dedicarán un porcentaje de sus ingresos al desarrollo del talento humano y a la actividad científica y tecnológica. Están obligadas a asumir las mejores prácticas para preservar tanto la salud de los trabajadores como del ambiente, garantizando un aprovechamiento racional y sustentable de los recursos naturales.
Con este fin, es necesario promover la participación de las comunidades a través de nuevas formas de contraloría social sobre la actividad económica, de tal forma que se ejerza un estricto control y seguimiento de las actividades asociadas a la producción de bienes y servicios de acuerdo con los requerimientos colectivos y garanticen también los derechos de los ciudadanos individuales y de la economía social.

Transformar el capitalismo rentístico venezolano en un nuevo modelo productivo socialista, entre otras cosas, significa:
• Cambiar las Relaciones Sociales de Producción (RSP).
• Transformar la estructura del aparato productivo.
• Modificar la distribución territorial de la actividad económica
• Reorientar la intervención del Estado.


La transformación del modelo de producción capitalista enun nuevo modelo de producción socialista no será la resultante de la dinámica del mercado. No serán las leyes de la oferta y la demanda ni el mecanismo de los precios los que provoquen cambios profundos en la racionalidad y lógica que actualmente predomina en la producción de los bienes y servicios que se requieren para satisfacer las crecientes necesidades del pueblo trabajador. Lo que
no está claro es la forma como el Estado debe intervenir:
• ¿Propiciando mejores condiciones macroeconómicas para la actividad productiva?.
• ¿Creando un marco legal y un entorno institucional claro, estable, transparente y funcional?
• ¿Ofreciendo incentivos arancelarios, fiscales, financieros, cambiarios, compras  gubernamentales, asistencia técnica, etc. a la inversión privada y a la economía social?

• ¿Aumentando el gasto público para ampliar y mejorar la infraestructura de carreteras, autopistas, ferrovías, puertos, aeropuertos, agua, electricidad, gas, telecomunicaciones, etc.
que requiere la inversión productiva?
• ¿Invirtiendo directamente como empresario para asumir el control directo de los sectores estratégicos de la economía,
así como los sectores que producen los bienes y servicios básicos y esenciales que requiere la población?
Hasta el 2008, el uso de los instrumentos de política económica habían sido utilizados como un instrumento de política inflacionaria.
La reducción de aranceles, la disminución del IVA, el financiamiento con bajas tasas de interés y largos plazos, la sobrevaluación del tipo de cambio y el suministro de materias primas en condiciones preferenciales y la política de control de precios han estado todas
dirigidas a contener la inflación y proteger el poder de compra de los sueldos y salarios. Sin embargo, aún está pendiente la definición de una política económica con verdadero impacto en el crecimiento y desarrollo de la actividad agrícola e industrial, las cuales son las proveedoras de los alimentos, vestido, calzado, medicinas y demás productos destinados a satisfacer las necesidades básicas y esenciales de la gente.

Hasta ahora, la mayoría de las iniciativas del gobierno bolivariano para impulsar la economía social se concentran en torno a actividades de pequeña escala, más orientadas a la sobrevivencia y no a aumentar la escala y peso de la economía social en el PIB. Por eso, luego de 10 años de Revolución Bolivariana, el aporte de la economía social a la producción nacional apenas llega a 1,6%, mientras que el peso del sector privado ha aumentado de 64% en 1998 hasta el 70% en el 2008.

La intervención del Estado para impulsar la economía social se ha limitado a ofrecer programas de capacitación técnica, organizar pequeñas cooperativas y ofrecer una política de microcréditos que, si bien contribuye a insertar al proceso productivo a amplios sectores
antes excluidos, contribuyendo así a fortalecer su autoestima y amor propio, resulta insuficiente para cambiar el rumbo a una economía fuertemente arraigada en la tradición del capitalismo rentista venezolano. De hecho, las incipientes cooperativas de la economía
social sufren serias debilidades que les impide tener acceso a las compras públicas del Estado, no alcanzan los estándares de calidad, productividad y competitividad para poder exportar; y, por si fuera poco, tienen que soportar la ruinosa competencia de bienes y servicios importados con un tipo de cambio sobrevaluado que abarata el dólar y, en consecuencia, hace más económico cualquier producto importado que la propia producción nacional Paradójicamente, muchas de estas cooperativas, micro, pequeñas y medianas empresas financiadas con fondos públicos lo que han hecho es reproducir de manera más severa las condiciones de explotación inherente a las grandes empresas capitalistas, con el
agravante de que la nómina de asalariados no recibe los beneficios sociales básicos como bono de alimentación, política habitacional, capacitación educativa, atención médica, bono vacacional, aguinaldos, etc.
En adelante, se hace imprescindible enfocar con más precisión el perfil de los beneficiarios de los incentivos públicos. Los créditos blandos, las exoneraciones de aranceles e impuestos, el suministro de dólares al tipo de cambio oficial, la compra segura de la producción por parte de los organismos públicos debe estar condicionada al cumplimiento de crecientes compromisos por parte de la empresa con la construcción del NMP.

La flexibilización de los exigentes requisitos y engorrosos trámites para facilitar el acceso a los incentivos públicos sobre todo a la pequeña y mediana empresa se consideró una medida urgente y necesaria. Pero una vez que fueron logrados los objetivos de reactivar la economía y reducir significativamente el desempleo, la reactivación de la economía o el desarrollo endógeno per se resultó ser una condición insuficiente para profundizar la construcción de un NMP, toda vez que las micro, pequeñas y medianas empresas de naturaleza mercantil son también portadoras y reproductoras de las relaciones capitalistas de producción que tanto se han cuestionado y son justamente las que se quieren trascender y superar.
Actualmente, la transformación de la economía capitalista en una economía socialista se enfrenta a una política económica que aún dirige y concentra buena parte de sus incentivos fiscales, financieros, cambiarios, compras gubernamentales, suministro de materias primas, etc. a favor de las empresas mercantiles que, paradójicamente, reproducen la economía capitalista. Subyace en la propia política económica del Gobierno Bolivariano una de las
principales restricciones para la transformación de la economía capitalista en un modelo productivo socialista.

Un ejemplo claro de lo que aquí se afirma lo vemos en la sobrevaluación del tipo de cambio, la cual expone al aparato productivo nacional a una severa y desigual competencia con los productos importados que se traen del resto del mundo con un tipo de cambio anclado desde el año 2004. Es decir, se condena al aparato productivo nacional, particularmente a la naciente y aún débil economía social, a competir con productos importados que se compran con un dólar cada vez más sobrevaluado y barato, lo cual desborda las presiones importadoras y competitivas de la economía mercantil, las cuales inhiben y anulan los propios esfuerzos gubernamentales que se hacen para transformar la economía capitalista en un nuevo modelo productivo socialista.

Para profundizar la construcción del NMP y avanzar en la construcción del Socialismo del Siglo XXI, los incentivos de la política financiera, fiscal, cambiaria, de compras públicas, industrial, tecnológica, etc. deberán concentrase mayoritariamente hacia las empresas de la economía social como célula fundamental del NMP.

Las empresas privadas podrán gozar de los incentivos públicos siempre y cuando asuman crecientes compromisos con la transformación del modelo tradicional de generación y distribución de la riqueza. De no ser así, la empresa privada podrá mantener sus operaciones en el marco delo establecido en la Constitución y las leyes nacionales y gestionará sus recursos en el mercado.

Un parte cada vez más creciente de la producción de bienes y servicios básicos y esenciales de la población debe ser asumida directamente por las empresas de la economía social y comunal. Con este fin se deben crear capacidades locales para que sea la propia comunidad la que decida la selección de proyectos con factibilidad económica, financiera, técnica, ambiental y social, con metas de productividad que garanticen la continuidad del proyecto
productivo.
Se debe garantizar asistencia técnica para el proceso productivo, para la gestión, para la comercialización y para la participación efectiva, complementado con la contraloría social para garantizar la sostenibilidad económica, la participación y el cumplimiento de los principios bajo los cuales funcionan las EPS, realizando un seguimiento sostenido de las experiencias organizativas de las EPS para multiplicar las experiencias de éxito.

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