sábado, 11 de junio de 2011


INSERCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS PLANIFICADORAS EN LOS PROCESOS DE PRODUCCIÓN Y REPRODUCCIÓN DE LA SOCIEDAD




Desde el comienzo de la humanidad, el hombre ha tenido la obligación de satisfacer sus necesidades humanas básicas para poder sobrevivir, por lo tanto, tal como lo establece el psicólogo humanista Abraham Maslow, en su teoría denominada Jerarquía de las necesidades, hay factores que rigen, determinan y sustentan el comportamiento humano, dándole el siguiente orden de importancia: las fisiológicas, el nivel de seguridad, la aceptación y el estima.


Con el transcurrir del tiempo nacen las empresas, como organizaciones que están conformadas principalmente por su recurso humano, el cual está obligado a producir para asegurar su subsistencia, llevando a cabo procesos de producción que no son más que sistemas de acciones que se encuentran interrelacionados de forma dinámica y que se orientan a la transformación de ciertos elementos. Este vínculo entre los hombres y el proceso de producción da lugar a las relaciones de producción, relación que está basada en la propiedad de los medios de producción.


De allí pues, que a lo largo de la historia estas relaciones de producción se han establecido como: esclavista, feudales y capitalista por nombrar las más relevantes, siendo esta última la relación entre los burgueses y obreros, donde los primeros se apropian del trabajo excedente de los segundos el cual se da en forma de plusvalía. Dadas las relaciones de producción independientemente de cómo ésta este establecida, la empresa, sus propietarios, trabajadores y otros actores dependen de la sociedad donde se desenvuelven en lo referente a su existencia y prosperidad, además de importantes obligaciones.


Ahora bien, cuando hablamos de reproducción social, su concepto refiere el modo como son producidas y reproducidas las relaciones sociales en la sociedad. Bajo esta perspectiva la reproducción de las relaciones sociales es entendida como la reproducción de la totalidad de la vida social, lo que engloba no solo la reproducción de la vida material y del modo de producción sino también la reproducción espiritual de la sociedad y de las formas de conciencia social a través de las cuales el hombre se posiciona en la vida social. De forma tal que, la reproducción de las relaciones sociales es la reproducción de determinado modo de vida, de lo cotidiano, de valores, de prácticas culturales y políticas y del modo como se producen las ideas en la sociedad, la cuales expresan las prácticas sociales, políticas, culturales.


En virtud de lo antes expuesto, la inserción de las estructuras planificadoras en los procesos de producción, deben ir orientadas a la satisfacción y beneficios equitativos de todas las partes involucradas en dichos procesos, con el fin de asegurar la sostenibilidad tanto de las organizaciones, el medio ambiente y el recurso humano, para lograr este objetivo es necesario un cambio de visión en lo que respecta a la reproducción del capital y a la visión de los dueños de medios de producción, los cuales son el primer eslabón hacia el cambio de paradigma, y las nuevas formas de producción y reproducción de la sociedad.

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